Orégano: el “oro verde” con potencial antiinflamatorio
Orégano es el nombre utilizado para referirse a una numerosa variedad de plantas que comparten un sabor y olor particular. Esta planta incluye muchas especies aromáticas, principalmente de las familias Lamiaceae y Verbenaceae, que forman la mayoría de las hierbas culinarias comercializadas en el mundo utilizadas principalmente para dar sabor. Además, se ha utilizado tradicionalmente en la medicina popular para aliviar afecciones como asma, bronquitis, tos, diarrea, indigestión, dolor de estómago, trastornos menstruales, infecciones generales, enfermedades relacionadas con la inflamación y diabetes.
El cultivo de orégano se divide en cuatro grupos distintos: orégano turco (Origanum onites), orégano español (Coridohymus capitatu), orégano griego (Origanum vulgare) y orégano mexicano (Lippia graveolens), siendo las últimas dos las especies más estudiadas, sobre las cuales se ha dilucidado en estudios su potencial antioxidante, antimicrobiano, antifúngico y antiinflamatorio.
El potencial antiinflamatorio se ha evaluado a nivel in vitro en extractos de Origanum vulgare como de Lippia graveolens, esto en células aisladas de ratones así como en líneas de macrófagos, donde se han encontrado efectos inhibitorios de interlucinas proinflamatorias (IL- b, IL-6), factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), óxido nítrico y especies reactivas de oxígeno. Estos resultados han dado pauta a que se realicen estudios a nivel preclínico (in vivo), como son los modelos murinos. Asimismo, se ha reportado el potencial antiinflamatorio de Lippia graveolens y Origanum vulgare en modelos de inflamación aguda como el edema de oreja inducidos por 12-O-tetradecanoilforbol-13-acetato (TPA) y Propionibacterium acnes (Chuang et al., 2018; Amador et al. 2020). De lo anterior, destaca la disminución y supresión del edema, así como, la reducción de la producción de IL- b y TNF-a.
Los beneficios del orégano en la salud humana se han atribuido a su contenido fitoquímico, como son sus ácidos fenólicos y flavonoides principalmente. Recientemente, en la subsede Culiacán del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), el grupo de investigación liderado por el profesor investigador José Basilio Heredia, en colaboración con Miriam Carrasco Portugal y Francisco J. Flores Murrieta, ambos del Laboratorio de Farmacología Clínica y Experimental perteneciente al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, se encuentra evaluando el potencial antiinflamatorio de Lippia graveolens mediante un modelo de edema de pata inducido con carragenina (agudo) y un modelo de asma alérgica inducido con ovoalbúmina (crónico) en ratones, para conocer dosis seguras y efectivas para su uso.
Esta información permitirá dar un paso más hacia la búsqueda, caracterización y validación de plantas medicinales de fácil acceso para la sociedad mexicana.

Planta de orégano (Lippia graveolens).

Hojas de orégano (fresco y seco).
Referencias
Gutiérrez-Grijalva, E. P., Picos-Salas, M. A., Leyva-López, N., Criollo-Mendoza, M. S., Vazquez-Olivo, G. y Heredia, J. B. (2017). Flavonoids and phenolic acids from oregano: Occurrence, biological activity and health benefits. Plants, 7(1): 2.
Chuang, L. T., Tsai, T. H., Lien, T. J., Huang, W. C., Liu, J. J., Chang, H., … y Tsai, P. J. (2018). Ethanolic extract of Origanum vulgare suppresses Propionibacterium acnes-induced inflammatory responses in human monocyte and mouse ear edema models. Molecules, 23(8), 1987.
Amador, S., Nieto-Camacho, A., Ramírez-Apan, M. T., Martínez, M. y Maldonado, E. (2020). Cytotoxic, anti-inflammatory, and α-glucosidase inhibitory effects of flavonoids from Lippia graveolens (Mexican oregano). Medicinal Chemistry Research, 29: 1497-1506.
Bautista-Hernández, I., Aguilar, C. N., Martínez-Ávila, G. C., Torres-León, C., Ilina, A., Flores-Gallegos, A. C., … y Chávez-González, M. L. (2021). Mexican Oregano (Lippia graveolens Kunth) as source of bioactive compounds: A review. Molecules, 26(17): 5156.
Autores: Manuel de Jesús Bernal Millán, estudiante del doctorado en ciencias, y José Basilio Heredia, investigador titular de la subsede Culiacán del CIAD.