El cambio climático amenaza la reproducción de aves terrestres y acuáticas en el golfo de California por las alteraciones que causa en el ambiente y en la disponibilidad de alimentos, reveló la doctora Jacqueline García Hernández.
La titular del Laboratorio en Ciencias Ambientales del CIAD (Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo) informó que en Sinaloa se han realizado estudios sobre los impactos del cambio climático en aves acuáticas y han detectado afectación.
La especialista subrayó que, de acuerdo a estudios que se han realizado en el estado de Sinaloa, la sequía y la falta de alimentos son las principales causas de mortandad y baja reproducción de las aves tanto terrestres como acuáticas.
En la entidad se han hecho intentos para monitorear los efectos del cambio climático, aunque no lo han logrado.
“A lo largo de la costa del golfo de California hay una diversidad de 305 especies diferentes de aves, de las cuales el 25% son residentes y el 75% migratorias; estas últimas viajan desde Centroamérica y el Norte de México durante el inverno”, expresó.
El fenómeno “El Niño” permitirá que este año arriben decenas de aves migratorias al golfo de California durante los próximos meses e impactará la reproducción de las aves acuáticas por la falta de disponibilidad de alimento en el mar.
La científica del CIAD reveló que este fenómeno generará más humedad durante los siguientes meses y eso es un factor que ayudará en la reproducción de aves, mientras que el aumento en la temperatura causará escasez de peces y otras especies que sirven de alimento para las aves marinas.
“Las aves dependen del clima. Si hay sequía ponen huevos una sola vez o quizás ninguna. Si hay humedad hay más población, pero también se enfrentan a problemas de contaminación de playas, islas y esteros, enfermedades e insecticidas en campos agrícolas”, externó.
García Hernández agregó que los sitios más poblados por aves en el golfo de California son los esteros, principalmente para las especies migratorias tanto del tipo terrestre como acuáticas.
Señaló que también existen aves desérticas como la matraca del desierto, el pájaro carpintero, los gorriones, entre otros, que prefieren las plantas de ese hábitat.
En Guaymas, dijo, se analiza la población de la zona conocida como “Almagre Chico”, donde habitan 188 parejas de garzas grises y de otro tipo, así como pelícanos.
Estas especies, concluyó, se ven afectadas por la contaminación que llega de la bahía de Guaymas y otros factores.
Colaboración de Yesicka Ojeda, reportera de periódico El Imparcial