La enfermedad celiaca: un “camaleón” de difícil detección y diagnóstico
“Solo puedo comer alimentos libres de gluten”, “Tengo alergia al gluten”, “Cuando como alimentos con trigo se me hincha el abdomen”, “Consumo alimentos sin gluten para adelgazar” … Son comentarios que se escuchan a menudo y que a muchas personas le parecen extraños. ¿Cómo puede tener un lado negro el trigo, la base de la alimentación que sostuvo el desarrollo de la población occidental y que es tan apreciado actualmente por sus deliciosos productos?
Los comentarios sobre los alimentos sin gluten son el resultado de la propaganda comercial desatada para introducirlos al mercado. Sin embargo, sí hay quienes los requieren, personas con síntomas como fatiga, ansiedad, anemia, dermatitis, osteoporosis y otros signos y síntomas, que nadie relaciona con la enfermedad celiaca. Esta, es una afección autoinmune en personas predispuestas genéticamente, en quienes la ingestión del gluten daña el intestino. El problema es que la enfermedad celiaca o celiaquía, es como un “camaleón”, puede inducir afecciones que sí se relacionan con la función intestinal, como diarrea, distensión y dolor abdominales, así como otras extraintestinales muy diversas, que no parecen tener relación.
El gluten es un conjunto de proteínas del trigo, centeno y cebada, muy útil para formar la masa del pan y otros productos de repostería que tanto gustan. Cuando una persona con enfermedad celiaca come gluten, su sistema inmune responde en forma desmedida, atacando su propio intestino delgado, de allí lo de autoinmune. Lo primero que se daña son las vellosidades que recubren el interior del intestino y promueven la absorción de nutrientes. Por eso, su daño induce la deficiencia de nutrientes de todo tipo, lo que desnutre el organismo, especialmente de los niños(as), quienes necesitan mayores nutrientes para crecer.
Solo desarrolla la enfermedad celiaca quien tiene la propensión genética, pero hasta más del 25% de la población la tiene y solo aparece en el 1%. Esto es porque el factor genético es necesario, pero no suficiente, ya que se trata de una enfermedad cuyo desarrollo es multifactorial. De todas formas, como los genes se heredan, las personas con padres o hermanos(as) con enfermedad celiaca deben estar muy alertas a cualquier síntoma, porque su riesgo es mayor. Así mismo, la propensión genética de esta enfermedad es similar a la de diabetes mellitus tipo 1 y tiroiditis autoinmune. Se debe buscar el diagnóstico de enfermedad celiaca en esos casos de mayor riesgo.
Si no se diagnostica y se trata adecuadamente la enfermedad celiaca, con el tiempo se corre gran riesgo a desarrollar deficiencia de nutrientes, falta de desarrollo en niños(as) y jóvenes, e incluso cáncer intestinal. De allí la importancia de sensibilizar sobre esta enfermedad, que padece el 1% de la población en general, pero solo se diagnostica en un 0.3%. Por esto, mayo es el mes seleccionado en el mundo para la sensibilización sobre esta enfermedad y el pasado día 16 estuvo dedicado a este problema.
No es cierto que la enfermedad celiaca solo se desarrolla en los niños, puede darse a cualquier edad. Es importante no dejar de comer alimentos con trigo solo porque la pizza o las hamburguesas produzcan agruras, es necesario buscar el diagnóstico. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Gastroenterología, la primera evidencia debe de ser un resultado positivo de anticuerpos en sangre, cuando se continúa comiendo trigo. En niños(as) esto es suficiente; no obstante, en adolescentes, jóvenes y adultos se debe hacer biopsia y estudio histológico para el diagnóstico. En caso de que no se encuentre daño en el intestino, se debe hacer análisis de la genética de riesgo. Otras instituciones del mundo indican que, si hay síntomas claros, análisis de anticuerpos positivos, remisión de síntomas en dieta sin gluten y vuelta a síntomas con su reintroducción, se puede evitar la biopsia.
Si el diagnóstico es positivo, hay que tratar la enfermedad celiaca; entonces sí son bienvenidos los productos sin gluten (gluten-free). No se necesita que sean comerciales; el maíz no tiene gluten y en México hay platillos deliciosos elaborados con harina de maíz. Tampoco se deben restringir los alimentos de origen animal, ya que todos son libres de gluten (si no están ultraprocesados). No se deben de dar “probaditas” de los alimentos con trigo, es importante mantener estrictamente la dieta, para evitar consecuencias para la salud de quien padezca esta enfermedad.
Bibliografía
Remes-Troche JM, Uscanga-Domínguez LF, Aceves-Tavares RG, Calderón de la Barca AM, Carmona-Sánchez RI, Cerda-Contreras E, et al. Guía clínica para diagnóstico y tratamiento de la enfermedad celíaca en México. Revista de Gastroenterología de México. 2018;83(4):434-450.
Ortiz G, Ursino F, Battiston F, MessereG, Busoni V, Solis Neffa R et al. A multicenter study: New cut-off values of anti-transglutaminase antibodies processed by chemiluminescence in children with suspected celiac disease. JPGN Rep. 2025 Feb 3;6(2):107-112. doi: 10.1002/jpr3.12169.
Autoras: Ana María Calderón de la Barca, investigadora de la Coordinación de Nutrición del CIAD, y Ana Sofía Villanueva O., presidenta de la asociación Celiacos Sonora.
CITACIÓN SUGERIDA:
Calderón de la Barca A.M. et al (2025, 30 mayo). La enfermedad celiaca: un “camaleón” de difícil detección y diagnóstico. Oficina de Prensa. Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD). https://www.ciad.mx/la-enfermedad-celiaca-un-camaleon-de-dificil-deteccion-y-diagnostico/↗