Guaymas y Mazatlán se coordinan para llevar a cabo talleres comunitarios
Los días 28 y 29 de mayo se llevaron a cabo los talleres “Elaboración de la tarjeta de reporte del socioecosistema costero-marino en Guaymas, Sonora”, e “Identificación de los servicios ecosistémicos y amenazas en los humedales costeros de Guaymas”, en las instalaciones de la subsede Guaymas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Esta iniciativa fue posible gracias a la participación de Arturo Ruiz Luna y Miguel Ángel Sánchez Rodríguez (subsede del CIAD en Mazatlán), en colaboración con Abril Montijo Galindo y Aimeé Cervantes Escobar, quienes actualmente realizan estancias posdoctorales en el Laboratorio de Manejo Ambiental (LAMA) del CIAD. También se contó con la cooperación de Luis A. Méndez Barroso, académico del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson) y representante del Laboratorio Nacional de Resiliencia Costera (Lanresc).

Los talleres son parte de las actividades que las académicas Montijo Galindo y Cervantes Escobar realizan dentro sus proyectos postdoctorales: “Diagnóstico integral del estado de salud actual en dos sistemas socioecológicos costeros en el golfo de California y diseño de una herramienta transdisciplinar como medida de adaptación y construcción de resiliencia” y “Plan de acción comunitario para el manejo y conservación de los humedales y sus servicios ecosistémicos”, respectivamente.
Las y los académicos comentaron que es a través de estas acciones comunitarias que se está generando información que permita conocer la percepción que sobre la problemática ambiental tiene la población de las localidades participantes, en este caso Guaymas, que coadyuve a robustecer los datos reportados en informes técnicos o comunicaciones oficiales. Con esta información se dispondrá de elementos que orienten sobre las tendencias que siguen algunos parámetros ambientales representativos del estado de salud de los ecosistemas y su posible inclusión en la Tarjeta de Reporte (TR), como instrumento de monitoreo de la calidad ambiental local, tal como previamente se realizó en Mazatlán, Sinaloa, donde ya se cuenta con avances.

Por otra parte, con la representación de diversos sectores de la sociedad local, se visibiliza la percepción sobre los humedales costeros presentes en la zona, por lo que, a través de dinámicas participativas, se identificaron los distintos tipos de humedales, el nivel de importancia que estos ecosistemas tienen para la población residente, así como problemáticas que estas personas identifican, gracias a lo cual es posible delinear planes para su conservación y manejo.
Entre los dos días de trabajo concurrieron treinta personas, representantes principalmente del sector oficial y del académico, quienes inicialmente participaron en una dinámica denominada “La telaraña de la vida”, la cual permitió visualizar la importancia de todos los elementos en los ecosistemas costeros y sus interacciones. También, de manera participativa, se delimitó el polígono del socioecosistema para la TR de Guaymas, para posteriormente identificar y priorizar los valores ambientales que deben protegerse o restaurarse, así como la identificación de las amenazas que sobre estos pesan. Este fue un primer acercamiento que se deberá trabajar con los sectores que estuvieron ausentes, para tener una visión más completa. Entre los valores sobresalieron las islas, manglares, esteros y lagunas, así como la presencia de especies con estatus de conservación, en tanto que la contaminación, los cambios de uso de suelo y el turismo, fueron las amenazas identificadas como más relevantes que ponen en riesgo su permanencia.

En la siguiente etapa hubo oportunidad de identificar los humedales representativos de Guaymas, seleccionándose los tres de mayor importancia para las y los asistentes a este taller (playas, esteros y manglares). Posteriormente se identificaron los principales servicios ecosistémicos que proporcionan dichos humedales y las amenazas a las que se encuentran sujetos y se concluyó con una reflexión colectiva sobre el estado actual de estos ecosistemas, para posteriormente proponer una visión optimista sobre el estado deseado de ese socioecosistema en un periodo de diez años.
Con esta reflexión y una breve exposición realizada por el académico Arturo Ruiz Luna sobre los cambios ocurridos en poco menos de cien años en el paisaje de Mazatlán, Sinaloa, a fin de compararlo con el estado actual de desarrollo en Guaymas y sus potenciales riesgos, concluyó esta cooperación entre ambas subsedes del CIAD, con el compromiso de seguir colaborando en el desarrollo de estas herramientas de manejo, particularmente para la zona del noroeste de México.
