El grupo interdisciplinario de aproximadamente 25 investigadores y técnicos académicos, continúa analizando muestras de agua y sosteniendo reuniones que los lleve a elaborar una estrategia de remediación social ante la problemática surgida en la zona del Río Sonora a partir del derrame de contaminantes provocado por la mina Buenavista del Cobre.
La Dra. Mayra de la Torre Martínez, profesora-investigadora del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), explicó que en una primera etapa se empezó por obtener información y en una segunda fase se trató de identificar se puede hacer, cuáles serían las estrategias y cómo llevar a cabo una remediación desde el punto de vista más amplio, que implica no sólo la cuestión ambiental de toda esta parte del ecosistema, sino también abordar el factor salud y buscar cómo potenciar el desarrollo económico de la zona.
Y como parte de un esquema participativo, señaló llevar de primera mano la información a los pobladores de la región, es decir, que el grupo interdisciplinario tenga siempre contacto con quienes viven en la zona afectada.
EL Dr. Alfonso Gardea Béjar, profesor-investigador y miembro del grupo interdisciplinario, enfatizó que los pozos que se han estado monitoreando no han salido con una presencia de contaminantes significativa, es decir, los últimos resultados obtenidos hace diez días, están dentro de lo que establece la Norma Oficial Mexicana “pero lamentablemente esta herramienta en México es muy flexible, yo creo que en este punto los legisladores podrían apoyarnos revisando la NOM y homologándola con la de Europa o Canadá, por ejemplo, de esa manera nos estarían protegiendo como población”, dijo.
Ambos investigadores coincidieron en que lo que ha faltado en las comunidades del Río Sonora es que la gente tenga la información fresca, saber cuál es la situación real porque lo que quieren es retomar su estilo de vida, sus propios mercados y es ahí donde el CIAD está apoyando con su trabajo en busca de una estrategia de remediación social, donde la información juega un papel muy importante.
“Lo que nosotros pretendemos no es solamente entregar el resultado a los pobladores, sino conjuntar toda una base de datos que se entregue a las autoridades para que enriquezca la información con la que ellos ya cuentan”. “No descartemos la posibilidad de que algún dato pueda ser contrastante, si sucediera sería un punto de atención que tendría que ser revisado para reducir las posibilidades de riesgo a la salud de los consumidores, tanto los que viven en la zona del Río Sonora y los de Hermosillo porque finalmente los productos llegan a la capital al igual que el agua”, mencionó el Dr. Gardea Béjar.
Comentó que el compromiso que hizo CIAD es hacer entrega de los resultados inmediatamente a los productores, información con la que tendrán elementos para poder decidir sobre una acción que se tome, como el cierre de un pozo. Es importante precisó el investigador, tomar en cuenta que los análisis no se hacen de la noche a la mañana, se aplica una metodología bien diseñada, pero toma tiempo procesar la información.
Finalmente aclaró el Dr. Gardea Béjar que se analiza el agua para consumo humano desde Arispe y Banámichi, hasta la cortina de la presa El Molinito, haciendo hincapié en que los muestreos en la presa El Molinito han salido bien, pero no se muestrea la presa en su conjunto “de ahí la importancia de que un primer muestreo sirva como línea base, porque también los contaminantes tienen movilidad dentro del ecosistema, lo que hoy no se encuentre mañana pueden estar, es por eso que hay que estar monitoreando constantemente”.